5 Tips para ser un buen dentista
Actualmente, las clínicas dentales y los dentistas son completamente diferentes a hace unos años. En estos modelos de clínica, las grandes cadenas de tiendas, la existencia de compañías de seguros, los intereses de los bancos y los fondos de capital han hecho estallar el modelo tradicional a través de publicidad y métodos activos, y las clínicas tradicionales están adoptando cada vez más este método.
En este escenario nos encontramos con pacientes, amigos y familiares que nos preguntan “¿por qué esto es así y en mi dentista de toda la vida no?” “qué diferencia a las franquicias, cadenas y aseguradoras del resto de las clínicas?”.
En este post vamos a dar unos consejos para identificar a un buen profesional, de otros que trabajan con objetivos meramente mercantilistas:
1.- Que sea siempre el mismo equipo profesional el que atienda.
La odontología es un campo muy especializado y no todos vamos a realizar todos los tipos de tratamientos, pero que el equipo sea estable y que se deriven tratamientos a especialistas de otros centros es un indicativo de que la preocupación principal es la salud del paciente. Desconfía si el centro donde acudes tiene una rotación muy alta del personal o no te atiende la persona que tú quieres.
2.- Planes de tratamiento integrales.
Un buen profesional te informará del estado general de tu boca (encías, dientes, manera en la que muerdes y las repercusiones a corto y largo plazo que los posibles problemas que tengas vayan a tener en tu salud oral y perioral). Para ello es necesario que la primera visita sea exhaustiva. Desconfía cuando una primera visita es corta y el odontólogo te hace una revisión rápida, cuando el plan de tratamiento se basa en “tapar huecos” o cuando se da más importancia a tratamientos costosos (implantes, blanqueamientos, etc) que a la situación de salud.
3.- Los odontólogos amamos los dientes.
Si le preguntas a un buen dentista en qué situación se quitaría una pieza te dirá que cuando no quede más remedio porque lo demás ha fallado. Exige lo mismo para ti.
Quitar un diente es el último paso y constituye una mutilación si hay alguna posibilidad de mantener la dentición natural. Desconfía cuando en un plan de tratamiento incluye múltiples extracciones o cuando el profesional te indica que es preferible un implante a un diente natural.
4.- La necesidad de formación continua.
Identificar a un profesional que se forme adecuadamente no es mirar a la pared a ver si tiene muchos diplomas, hay muchos indicativos para saberlo: la manera de entender tu salud oral, la forma de explicar el tratamiento o el modo de trabajar son sólo algunos de los indicadores. Palabras como adhesión, cerámicas sin metal, onlays, incrustaciones, carillas, ortodoncia invisible, cirugía guiada, planificación digital, escáner intraoral, etc. Formarán parte de su vocabulario habitual. Amalgamas de plata, coronas con base metálica, pernos metálicos, etc., sólo las usará para indicar que quieren que desaparezcan de tu boca.
5.- La utilización de tecnología.
El uso de magnificación con lupas o microscopio, cámara de fotos para registrar los trabajos, el empleo de radiología digital, el uso de un escáner intraoral, la utilización sistemática de aislamiento con dique de goma, o la planificación de las cirugías en 3D, indicará que es un profesional formado, actualizado, y que se preocupa más de realizar trabajos de manera adecuada que del tiempo y el dinero que se invierte en formarse para utilizar esta tecnología e implementarla en la práctica diaria.
Estos tips no aseguran el éxito completo de un tratamiento o la ausencia total de complicaciones, pero sí que aseguran encontrar un profesional con vocación y dedicado a la calidad de su trabajo y al bienestar de sus pacientes.